Debo confesar
No eché de menos al músico callejero
Hasta cuando ya no estaba
La acera vacía
Carentes de gracia las hordas caminan
Sin el maestro de orquesta que guía el andar
Parece un sepulcro
La vida es la misma, las caras son otras
¿Se pudo enfermar? ¿Dónde está?
¿Será para siempre?
Ahora me pregunto si esa moneda
Que me la guardé, lo pudo ayudar
Debo confesar
Quiero saber más del músico callejero
¿Se fue en busca de su sueño?